El infradiagnóstico y el perfil del paciente

En un estudio con más de 9.000 pacientes mayores no institucionalizados, se observó una prevalencia de disfagia orofaríngea del 15%. Respecto a la prevalencia en mayores hospitalizados, la incidencia alcanza el 47%. Esta cifra se incrementa en pacientes hospitalizados mayores de 80 años (con una incidencia del 82%) y en aquellos que han sufrido una fractura de cadera (55%). Del mismo modo, la incidencia se mantiene elevada en pacientes con enfermedades tales como demencia (86%) , Parkinson (46%), ictus (46-59%) o cáncer (34%). En los últimos tiempos, también se ha observado que la disfagia es muy común en pacientes Covid-19, con una prevalencia del 52% en los pacientes hospitalizados.

En este sentido, el Dr. Alejandro Sanz, jefe de la sección de Endocrinología y Nutrición del Hospital Miguel Servet de Zaragoza advierte que “es fundamental que los especialistas nos mantengamos alerta ante los posibles signos de disfagia en cualquier paciente frágil. Podemos pensar que es un síndrome que, de manera clásica, afecta a pacientes que han sufrido un ictus y quizás no lo sospechemos en aquellos con demencia o pérdida de masa muscular (sarcopenia). Esta última se caracteriza por un deterioro muscular que altera tanto la masticación como la deglución. El perfil del paciente con disfagia es muy amplio y los facultativos debemos tener siempre en mente descartar la disfagia con una pregunta simple como es ¿tose al beber agua? Con este pequeño gesto podemos prevenir importantes complicaciones”.

Fuente: geriatricarea