Curva de aprendizaje
El seguimiento ocular como herramienta de comunicación es una de las tecnologías más avanzadas para personas con discapacidad motora severa o trastornos de habla. Permite interactuar con su entorno y comunicarse utilizando únicamente el movimiento de sus ojos, lo que representa una gran ventaja para quienes no pueden usar otros métodos de comunicación convencionales. Sin embargo, para muchas personas, aprender a utilizar esta tecnología requiere tiempo y mucha práctica. Por esta razón, la curva de aprendizaje es un elemento clave a considerar en la implementación y uso de los sistemas de seguimiento ocular.
Aunque puede parecer sencillo en concepto, el proceso de aprender a utilizar el seguimiento ocular involucra una adaptación cognitiva, motriz y perceptiva por parte del usuario, lo que justifica la necesidad de una curva de aprendizaje gradual. Por ello, se ha diseñado y establecido una metodología de 8 fases para la entrenamiento con esta tecnología.
A continuación, se especifican los tres hitos de intervención durante las sesiones y fases del entrenamiento:
- Adaptación al dispositivo y su tecnología:
- Calibración inicial: El primer paso del proceso es calibrar el dispositivo para asegurar que siga con precisión el movimiento ocular. En ocasiones esta tarea puede ser desafiante, ya que las condiciones de luz, sedestación y uso de gafas correctoras puede lentificar el proceso. La persona usuaria necesita aprender a mirar de manera precisa hacia áreas específicas de la pantalla para que el sistema lo reconozca correctamente.
- Sensibilidad y precisión: Dependiendo del dispositivo, el sistema puede requerir que la persona realice ciertos movimientos oculares con una gran precisión. Esto puede ser más difícil si la persona tiene dificultades en el control motor o su visión no es completamente clara.
- Comprensión del entorno digital:
- Las interfaces de comunicación mediante seguimiento ocular son en su mayoría gráficas o basadas en texto, lo que requiere que la persona aprenda a navegar por ellas. Algunas interfaces pueden tener botones o bloques de texto que deben ser seleccionados, y esta acción puede no ser intuitiva, especialmente para aquellas personas donde la ELA convive con otros diagnósticos como la discapacidad cognitiva, la demencia frontotemporal o limitaciones en la capacidad de procesar información visual.
- Los menús y opciones deben ser comprendidos, y para muchas personas, aprender a seleccionar lo que desean de entre varias opciones puede requerir práctica y repetición.
- Tiempos de respuesta y ritmo de comunicación:
- El tiempo de reacción en los sistemas de seguimiento ocular es crucial. Si un sistema es lento o responde con demora, las personas se frustran, lo que puede afectar su motivación y aumentar el tiempo de aprendizaje.
- Algunas de las personas adscritas al proyecto, han mostrado dificultades en los movimientos oculares, por lo que éstos no son completamente controlados, esto ha requerido más tiempo para adquirir una habilidad de control visual más estable.
- Ajustes físicos y cognitivos:
- La fatiga ocular o las dificultades de enfoque pueden hacer que el proceso de aprendizaje sea más largo y desafiante, por lo que se establecieron sesiones cortas de entrenamiento. Esto ha ocasionado que las sesiones se alarguen en el tiempo junto con la falta de más personal muchas personas no concluyeron el entrenamiento.
- A nivel cognitivo, la persona debe aprender a asociar los movimientos oculares con opciones de comunicación específicas. Este tipo de aprendizaje implica mucho ensayo y error, además de un seguimiento y apoyo constante para mantener la motivación de la persona.
La curva de aprendizaje para el uso del seguimiento ocular se divide en varias etapas progresivas:
- Etapa Inicial: Familiarización y Ajuste:
- Durante esta fase, la persona se familiariza con el dispositivo de seguimiento ocular y sus componentes (cámara, software de calibración y pantalla). El principal reto es calibrar el sistema y ajustar la sensibilidad a los movimientos oculares de la persona.
- Las personas se centrar en saber dónde mirar y cómo interactuar con los menús básicos, como seleccionar una opción simple (por ejemplo, una diana, un número o una sílaba)
- Etapa Intermedia: Aprendizaje de Interacción Básica
- La persona comienza a comprender cómo navegar por la interfaz, seleccionando letras, imágenes o palabras clave. En esta fase, pueden surgir dificultades para mantener el enfoque ocular durante periodos prolongados o para seleccionar con precisión de entre varias opciones.
- Entrenamiento y repetición son fundamentales para mejorar la velocidad y la precisión de las selecciones. Las personas también aprenden a adaptarse a las interfaces más complejas y a gestionar las opciones de forma eficaz.
- Etapa Avanzada: Fluidez en la Comunicación:
- En esta fase, la persona ya es capaz de formar frases o comunicarse con mayor fluidez, utilizando el sistema de seguimiento ocular para expresar pensamientos completos.
- Ya son capaces de manejar sistemas más complejos que permiten la comunicación activa (por ejemplo, usando frases comunes, controlando el entorno, o interactuando con otros dispositivos mediante la mirada).
- Al final de esta fase, se inicia el entrenamiento de aspectos más complejos como es la navegación web o el control del ordenador, aplicaciones y software de terceros así como control domótico.
- Además se realiza la personalización de aplicaciones que requiere la persona (kindle, emoticonos, apps de gestión, ocio, etc)
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