Permite presentar a la persona una cantidad de comida prescrita y manejable. Basta con deslizar una galleta, cracker, rodaja de pepino o similar en la abertura hasta que sobresalga de la misma formando un semicírculo. A continuación, ofrecer el bocado correcto a la persona y pedirle que “dé un mordisco”. Además, al presentar el bocado correcto se reducen los problemas sensoriales y visuales que algunas personas pueden tener con trozos grandes de comida.